Diario de un poeta chino


Un destello de colores parpadea en la corriente del arroyo
se respira mejor cruzando el monte
El viento me debía el encuentro 
El aire es puro
y puedo mear en cualquier lado
saber eso me hace bien
Estoy sólo aunque desconfío, me pregunto porqué
carajo estoy vestido si estoy sólo 
y lo que a mí más me gusta es estar en bolas
Me prendo un pucho y pienso
que la libertad sólo existe en este lugar  
Miro el silencio; árboles y cosas verdes
viento libre y verde
el monte imita fielmente las curvas del arroyo
En algunos lugares todavía se habla de amor Acá
respirar no es algo que se haga sólo para no morir.
Me saco la ropa. Antes
miro para todos lados, sospechoso
resulta fantástico estar realmente solo, saber
que nadie está por llegar
podría acostumbrarme
sinceramente cada vez me cae peor la gente.
Algunas hormigas caminan sin miedo sobre mí
entendiéndome parte de su entorno
un árbol más, una planta o un hormiguero. Nunca
fui tan aceptado en ningún lugar
Soy parte de la imagen, un elemento más
cómplice del pacto de silencio
El corazón contento escucha el murmullo del arroyo
se abraza con el viento
el roce de las hojas en la copa de los árboles
No hay leyes
podría correr para cualquier lado  
sin que nada cambie, es tan gradual el caer del sol  
casi ni se nota
los nuevos colores en el cielo
los pájaros anuncian el atardecer y vuelven a la altura de sus nidos
y el sol se va, reluciendo dorado
pintando el horizonte con acuarela.

hay tanta gente con problemas.
Parece tan estúpido
desde este punto de vista. 

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